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Gambito de Dama, sobre ajedrez y glamour

Gambito de Dama
https://youtu.be/lbleRbyGKL4
Tráiler Oficial «Gambito de Dama» Netflix

El 23 de octubre Netflix estrenó Gambito de Dama, la nueva miniserie que en solo siete capítulos nos cuenta la obsesionante historia de la genio del ajedrez Elizabeth Harmon, interpretada por Anya Taylor-Joy. Una trama llena de actuaciones y aperturas magníficas.

Quizá el nombre de Anya Taylor-Joy les suene de películas como The Witch, que por el título ya se imaginarán de qué trata, Split y Glass (protagonizada por James McAvoy, Samuel L. Jackson y Bruce Willis). La actriz argentina en varias entrevistas habla de la conexión instantánea que tuvo con el personaje al leer el libro homónimo de Walter Tevis. Ya saben, la novela en la que fue inspirada la serie. Pero, ¿qué tiene Beth Harmon que tanto gustó a Anya?

La perfecta dualidad del blanco y el negro

Se puede decir que la partida inicia desde el mismo momento del nacimiento de Beth en Kentucky. Su madre, Doctora en Matemáticas de la Universidad de Cornell, sufre de una severa depresión que intenta aplacar con tranquilizantes. Su suicidio y la llegada de Beth al Hogar Methuen para Niñas Cristianas auguraba un “futuro conflictivo”. Pero esa fue solo la mitad del vaticinio.

Allí se enamora de los 64 cuadrados del tablero de ajedrez, aunque también le coge especial afecto a las “vitaminas” (tranquilizantes en realidad) que les daban en el orfanato. ¿La genética haciendo de las suyas? Pero el genio matemático de Beth se ve potenciado al jugar, pensar y leer sobre ajedrez las veinticuatro horas del días. Su gran mentor fue el conserje Mr. Shaibel, interpretado por Bill Camp.

La pequeña Elizabeth ahora es imparable, y tras ser adoptada por Mrs. Alma Wheatley, interpretada por Marielle Heller, empieza a abrirse campo entre los mejores jugadores. Su apetito por convertirse en una maestra del ajedrez crece, al igual que otras cosas… Pasar de ser una niña a una mujer en medio de un ambiente masculino atrajo miradas de asombro e incredulidad. Pero Beth era ingenua y letal, pues no creía que ser mujer fuese un obstáculo para ser la mejor, así que aplastaba a sus contrincantes. Eso sí, siempre con el mejor vestido y maquillaje. ¿»Demasiado glamorosa para ser una ajedrecista”? Ya quisiéramos todos tener su estilo e inteligencia.

Con el paso del tiempo aumenta el número de trofeos pero también los conflictos internos. La sensación de soledad era una tortura pero, a la vez, era donde mejor se sentía. Descubrir su lugar en el mundo y en la vida de los demás la lleva a estancarse en las adicciones. ¿Logra realizar su sueño de convertirse en la mejor? Bueno, eso ya lo podrán ver ustedes en el último capítulo.

«Gambito de Dama» de Walter Tevis

La novela no cuenta una historia real, pero si está basada en historias reales. La inspiración viene de los tres Grandes Maestros del ajedrez Boris Spassky, Anatoli Kárpov y Robert Fischer. Además, el mismo Tevis fue un ajedrecista de tipo C que ganó en una ocasión un premio de 250 dólares.

¿Por qué la figura femenina? Bueno, en una entrevista que le hizo The New York Times en Abril de 1983 dice que “ha sido afortunado de estar cerca de muchas mujeres inteligentes” como su tía, quien le regaló su primer juego de ajedrez, su hija y su esposa.

“Considero que “Gambito de Dama” es un tributo a las mujeres inteligentes. Me gusta Beth por su valentía e inteligencia. En el pasado, muchas mujeres tenían que ocultar su cerebro, pero no ahora.”

Walter Tevis. The New York Times 1983

Es así como incluso el título enaltece la figura femenina para darle el puesto que se merece. Una apertura de este tipo, capaz de sacrificar un peón para avanzar y luego poder recuperarlo parece casi una metáfora de vida.

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